"Nada podemos esperar sino de nosotros mismos" | SURda |
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23-03-2022 |
Marcelo Marchese
Para una de las dos concepciones de la política, se trata de hablar del fantasma de un ratón que entró por debajo de la puerta para que la gente no advierta que entró un real elefante por la ventana.
Para los fieles de la coalición que se presume de izquierda, derogar algunos artículos de la LUC es enfrentar al mal en la tierra. Para los fieles de la coalición que se sabe de derecha, sostener algunos artículos de la LUC es enfrentar al mal en la tierra. El resto de la sociedad mira este enfrentamiento, y en particular, el nivel retórico paupérrimo de este pseudo enfrentamiento, y se agarra la cabeza pensando que vamos, con toda evidencia, derecho al abismo.
Asistimos al juego de la mosqueta política, donde la mano izquierda y la mano derecha mueven los vasitos escondiendo la pelotita. Veamos, primero, qué nada contienen estos vasitos, y vayamos luego a lo que importa, la pelotita.
Los vasitos refieren a si es mejor o peor tomar medidas severas para enfrentar el crimen, algo que, con toda evidencia, no mueve la aguja, ya que el crimen es resultado del deterioro del tejido productivo y cultural. Cuanto más profundo sea el deterioro productivo y cultural, menos opciones benéficas para la sociedad tendrá el que a la postre se largue a una vida delictiva. Que se lo faje a chicotazos o que se le de discursos por parte de los angelitos de la caridad, no cambiará un ápice su conducta delictiva.
En este deterioro cultural debemos agregar una grosera intervención que viene de afuera: la penalización del tráfico de drogas cuyo objetivo es dotar a quienes puedan comerciar de forma delictiva para hacerse de enormes fortunas, algo que trae enormes beneficios al que diseñó esta patraña, y esos beneficios se encuentran insertos en la estrategia del caos, que para la ocasión implica exigir más seguridad entregando más libertad.
Otra condicionante que viene de fuera, y en especial, del más afuera de los afueras, el afuera llamado capital financiero, refiere a restituir la bancarización forzosa ¿Qué fue de aquella coalición de izquierda que planteaba la nacionalización de la banca? Se ha convertido en su contrario y ahora pretende llevarnos a una cárcel bancaria con el vil engaño del lavado de dinero. Si esto se debatiera, sería el único punto en verdad serio de todo este enjuague.
Pero dijimos que hay dos concepciones de la política, y dijimos que para la primera, hoy imperante, se trata de embarullar a la gente con falsas divisiones, que es lo que hace el juego de la mosqueta. La segunda concepción de la política, hoy minoritaria y que agarra con sus manos la pelotita, dice que la política debe tratar los más importantes problemas sociales, y el problema social que debemos atender es la dictadura global que se cierne sobre nosotros, y que los partidarios del SI y los partidarios del NO, hacen como que no existe.
Si la dictadura global se acentúa por un lado, por el otro perdemos soberanía, así que a medida que la dictadura global quiera imponerse, nosotros debemos imponer el concepto de soberanía, que traducido al lenguaje criollo significa que acá, en Uruguay, mandamos los orientales. Como hemos visto con absoluta claridad en los últimos años, manda el capital financiero a través de sus organismos internacionales, como el FMI y el BANCO MUNDIAL, que alientan detrás de los contratos entre trasnacionales y Estados, como es el CONTRATO ROU UPM por el cual, los pobres uruguayos, donamos, sin intereses, miles de millones de dólares a la trasnacional millonaria, y le prometemos que nuestros impuestos, nuestras leyes y nuestros tribunales, no la tocarán siquiera a modo de suspiro.
Más recientemente, esta dictadura global mostró su juego al imponer a casi todos los países un encierro forzoso o semi forzoso que arruinó sus economías, sus dinámicas estatales y sus democracias. Pobre del gobierno que se hubiera opuesto a la dictadura global cuya cara visible era la OMS: le hubieran cerrado la canilla de los créditos, lo que significa, para estas gentes, la muerte económica y civil. El asunto es que este encierro forzoso y este tapabocas a la democracia trajo consecuencias psicológicas severas, y así tenemos que los suicidios aumentaron y los nacimientos disminuyeron, y que se usó como rata de laboratorio a la humanidad, y como en todo experimento, algunos sometidos al experimento murieron, y para el caso, al menos nueve mil uruguayos cayeron víctimas del experimento, ya que las muertes crecieron precisamente cuando comenzó la campaña de vacunación, y disminuyeron precisamente cuando empezó a descender la campaña de vacunación.
Pero esto no es todo, ya que el experimento llegó a nosotros disfrazado de remedio milagroso, y para adquirir el remedio milagroso, las buenas gentes que se dedican a fabricar remedios milagrosos por mero amor a la humanidad, nos exigieron que firmáramos un contrato secreto, y entonces, nuestro representante, uno debe imaginarlo con el cañón de un revolver apuntándole a la sien, firmó un funesto contrato secreto que se mantiene secreto.
Detengámonos a pensar serenamente este asunto, mientras los del SI y los del NO juegan en el bosque mientras el lobo los mira a distancia. Según ha trascendido por parte de gobiernos que se negaron ¡todo tiene un límite! a firmar tamaño esperpento, el proveedor del remedio milagroso exige que toda la información sanitaria derivada del remedio milagroso, sea propiedad del proveedor del remedio milagroso. Eso es lo crucial y la madre del borrego, pero de paso, se aseguran que nunca jamás serán juzgados por los desastres que provocará el experimento disfrazado de remedio milagroso, y en el caso que lo fueran, sería por tribunales dominados por los sirvientes nacionales del experimentador. También, ya que el que experimentador no es bobo, se aseguró del pago de su experimento disfrazado de remedio milagroso, y se aseguró de que se cumplieran todas las condiciones establecidas en el contrato que dictó, por lo cual los activos soberanos y acaso extensas porciones de tierra y agua, ofician como garantía, lo que quiere decir que el experimentador, y en rigor, el Titiritero que se encuentra detrás del experimentador, estira sus manos hacia nuestras posesiones.
Así que mientras se juega en el bosque al juego de la mosquetaluc, pende sobre la democracia un contrato secreto, que es algo así como un candado en el canto de un libro, lo que constituye la negación del libro así como un contrato secreto constituye la negación de la democracia. Si la democracia es poder del pueblo, un contrato que se esconde al pueblo, es la negación del poder del pueblo.
Si tú fueras el Titiritero que extiende su garra por el mundo ¿te convendría que se hablara de tus planes o que se hablara de bueyes perdidos? Con toda evidencia te convendría que se hablara de bueyes perdidos, y como los medios de comunicación, las Universidades y los partidos políticos danzan al son del Titiritero, el Titiritero tiene el asunto controlado y su plan se despliega sin interrupciones.
La verdadera lucha es entre el Titiritero y sus súbditos, versus aquellos que defienden las soberanías nacionales que el Titiritero precisa destruir para imponer su dictadura global ¿Triunfará de manera ineluctable el Titiritero? El futuro danza sobre el filo de una navaja y nadie lo puede avizorar, mas la única posibilidad de triunfar que tienen quienes enfrentan al Titiritero, es no jugar el juego del Titiritero y plantear su propio juego, un juego mucho más serio que constituye la auténtica pesadilla del Titiritero: que la gente estire su mano sobre lo que en justicia le pertenece y destrone al Titiritero.
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